miércoles, 18 de agosto de 2010

Yes, they can!


Durante mucho tiempo el divorcio fue un tabú. Por ahí de los 60 y hasta bien entrados los 80 el divorciado era la vergüenza de la familia y ¡mucho cuidado con que se enteren los vecinos! o serían las comidilla de la colonia. Ni que decir de los hijos. Los niños de padres divorciados eran estigmatizados, burlados, marginados, había que llevarlos a terapia. Dentro de 'La iglesia' no había contemplación para la figura de la disolución del matrimonio. ¿Les suena familiar?

Ayer tuve un intenso intento de debate con mi cuñado sobre la 'noticia del momento': la posibilidad de adopción por parte de las parejas homosexuales. Él, divorciado y católico consumado, sostenía como únicos argumentos "es que está mal", "el niño va a crecer con traumas" y "que clase de vida va a llevar el niño" De esas tres no lo sacabas, ah! y el de "después de esto van a legalizar las drogas, es el mismo tema" WTF! Mi postura es a favor obviamente y no es que sea izquierdista from hell ni nada por el estilo, pero sí pienso que es parte natural de la evolución de la sociedad, de la evolución en la mente de la sociedad (después de decir esto en la cena, el susodicho no me baja de: "oye tú, la de la mente evolucionada ¬¬). No creo que sea un trofeo para la comunidad homosexual, ni algo para festejar en la calles, mucho menos para llorar de felicidad, simplemente es parte de una realidad, de una demanda de la sociedad, (get real pipol and luk arraund yu).

Según una encuesta que hice (vamos, le pregunté a 4 personas que estaban junto a mi ejem, ejem) Las principales interrogantes son "¿qué le vas a decir al niño cuando pregunte porqué tiene dos papás/mamás?" y "¿cómo lo preparas para las burlas en la escuela". ¿Se acuerdan de los hijos de padres divorciados? Pues ya tienen su respuesta. Ya nadie se escandaliza de un divorcio, ya no es un tabú. Mi bola de cristal me dice que ese el futuro de los derechos de los homosexuales. Todo es un proceso, y sí al principio será difícil, pero hay que entender que el problema no son los homosexuales ni sus hijos adoptados, sino la sociedad que los señala.

El proceso de adopción en México (no sé en otros países) es de lo más burocrático que puede haber, he conocido personalmente a tres parejas heterosexuales que han intentado adoptar un niño, sólo una lo logro. Como dijo aquel magistrado (no sé el nombre) "que se les permita adoptar no significa una garantía de que cualquiera que lo solicite lo va a lograr, NO es un cheque en blanco" sólo es un derecho que se les reconoce. Yo preferiría que una pareja que se ama lo suficiente como para haber decidido formar una familia, que ha comprobado ante las autoridades correspondientes ser económicamente solvente y que ha pasado chorromil filtros gubernamentales me adoptara, a crecer en un orfanato o peor aún a merced de algún padrecito.

Y este es el momento en el que ya no puedo contener mi visceralidad y digo: ¡pinche Iglesia y sus dobles valores! Me acabo de acordar de la "nulidad matrimonial". Investigando en el internerd me enteré que el proceso cuesta 2100 euros, pero la propia página aclara que "a la diócesis le cuesta dinero mantener los tribunales, con lo que la nulidad, al final, se convierte en un auténtico servicio" Pero oh! hermanos míos no os debeís preocupar vuestra fe continúa intacta, pues una nulidad NO es un divorcio... bueno creo que ya me desvíe del tema principal

En fin, no pretendo con esto que lo acepten, ni que me den la razón. Cada quien tiene una opinión al respecto y es libre de expresarla. Lo que me caga es que pretendan invalidar la opción, me caga las legiones de trolls pro-familia organizándose para ponerle trabas a una ley y me caga su falta de bases para sustentar su opinión.