AMPUTACIONES
Hoy mi cola adoptó figuras ocurrentes, a ratos apuntaba hacia el norte o hacia el este, incluso al sur; al oeste poco, porque se inicia paralela a la pared poniente del rincón que ocupo; a veces parecía un tríangulo o un círculo y hasta formó una espiral perfecta, y eran tantos y tan imprevistos y fugaces sus cambios que, al abrir los párpados de mi somnolencia para mirarla, nunca pude determinar si tenía o no, en ese instante, la misma apariencia que en mi observación anterior.
Noté que mi cola creció, en los momentos en que se tornaba más grasienta de sudor, mientas se reducía la de la vieja gata que actúa a mi derecha; ella es repugnante, eso la beneficia. En cambio mi belleza me perjudicó desde el principio: todos se paran frente a mí hasta agobiarme; pero mi vista se halla siempre sola cuando busca las miradas ajenas.
Eso es cosa que sucede a diario, lo que en realidad me demolió la jornada fue no poder sentir con mis ojos la revista europea que estaba a un lado mío, dentro de su funda de papel. La ansiedad por ojearla me hizo sangrar medio día. En los descansos que me permitió mi asquerosa cola, con el filo de mis uñas pretendí destaparla y ver al menos la cubierta, pero al intentarlo volvía mi prolongación sudorosa a importunarme. Durante ese tiempo, mis pupilas sólo atraparon el título de la publicación, las letras que el sobre dejó desnudas: SYBARITE.
Ahora, en el baño de mi casa, fuera del horario en que soporto ese apéndice frontal que detesto, abro la revista. Imagino a la mujer con la boca entreabierta, la de la portada, besar el mueble que la soporta. Paso las hojas con rapidez, pues la segunda chica es la que me interesa, aunque la primera exhibe también las aberturas de sus carnes con un atrevimiento similar y hasta introduce en ellas grandes cilindros, imitaciones portentosas. Pero las fotos de la segunda son mejores, ella aloja hermosura desmedida, parece que la luz nace de su cuerpo. Despego mi visión de las páginas y la poso, hebra a hebra, en una imagen más viva, la del espejo, y en él descubro las mismas formas que en la revista. El encanto engendra una seducción que opaca mi continencia. Cierro la puerta del baño. Dejo que las yemas de mis dedos recorran mi piel, y después permito el auxilio de las falanges en mi onanismo digital, manoseando cosas más sensuales que los billetes del trabajo diario.
...Dos minutos, cinco minutos, siete... no sé. Luego mi mano empuña el picaporte, ahora para abrir la puerta, para permitir al hogar solitario ser testigo de mi limpieza cotidiana, de la luz de mi cuerpo.
Este post surgió de una pregunta de
Toonfed en el Twitter.
La manera en que este libro llegó a mis manos y más adelante las historias que en él encontré me hacen creer que existió alguna razón cósmica para que yo lo leyera. Verán, acabo de terminar un Seminario de Inducción a la Vida Profesional y uno de los módulos se llamaba "cultura yucateca" dentro de ese módulo hubo una sesión dedicada a la literatura. La maestra nos llevó unos 25 libros de autores yucatecos, algunos escritos desde 1919, otros más recientes, ella explicó brevemente de que trataba cada uno, luego los asentó, dijo que cada quien podía agarrar alguno y que íbamos a dedicarle una media hora para leerlos. En seguida llamó mi atención "Los otros misterios" de Victor Garduño, inexplicablemente, i-nex-pli-ca-ble-men-te. Leí el cuento más largo y me gustó mucho. Al día siguiente ella nos regaló 4 libros (de autores yucatecos) donados por la SEP local y todos estábamos emocionados, pero yo seguía pensando en ESE libro y le pregunté a la maestra dónde podía comprarlo, pues fue editado por el Instituto de Cultura del Estado de Yucatán (por lo general el tiraje es limitado y muy difícil de conseguir). Al hacer la pregunta noté una sonrisa de complicidad y sabía que algo bueno estaba apunto de pasar, me dijo '¿te gustó?' y le dije 'sí', me respondió 'el autor es mi esposo, si quieres espérame al finalizar la sesión y si todavía lo traigo en el coche te lo regalo' Y así mis estimados druguitos ese día me fui con 5 excelentes libros a mi casa, mientras que los demás se fueron con 4.
La contraportada dice "Para Garduño los detalle son importantes [...] en sus trabajos desfilan mujeres desengañadas, ambientes oníricos, mitos reelaborados, hombres terribles o desesperados en medio de un universo fantasmal [...] Las pistas son situadas maliciosamente buscando incorporar al lector en el caudaloso río narrativo" Sí, eso es "Los otros misterios"