
Entre las personas que traté están las típicas niñas fresas y populares, al principio se pegaron a mi por conveniencia (lo sé), y yo de materialistas y huecas no las bajaba, pero me di cuenta que en realidad son buenas personas, son seres humanos, como todos. También conocí a una niña que yo creía que era medio bobita, que tenía retraso mental o algo así, pero nada que ver, sólo fui prejuiciosa. Igual descubrí que hay personas que en verdad tienen dinero y no lo aparentan, como un muchacho al que un día vi que llegó en una super camioneta blanca y a mí jamas se me hubiera ocurrido siquiera que tuviera coche.
Aprendí y mucho. No hay que juzgar a las personas sólo por su apariencia, hay que conocerlas... mmm... dentro de un mes mi aprendizaje habrá valido madres, porque de seguro ya se me habrá olvidado... juar juar
¡¡Felices vacaciones para mí!!
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