viernes, 13 de marzo de 2009

Democracia

Esto de las elecciones me gusta un chingo, en la elecciones de 2006 fui observadora electoral por parte de la COPARMEX y puedo decir con toda seguridad que el sistema que tiene el IFE es impecable, aquello del dedito pintado y los representantes de cada partido presentes le dan la validez suficiente, los votos se cuentan frente a todos y a las 4 horas a aparece los números en Internet tal cual lo dice el acta en manos de cada quien.

¿Qué pasa entonces?¿Por qué la democracia en México está tan de la chingada? Pues resulta que el sistema sólo funciona en condiciones ideales, en un país en donde la ignorancia es reina y señora es muy fácil llevarse al baile a cualquiera, es un hecho que en las comunidades más recónditas no hay representantes por cada partido, de hecho las casillas son fantasmas. Un amigo me contó que a él le tocó ser presidente de casilla en un pueblito y su tío se estaba postulando para presidente municipal, pues mi amigo metió varios votos y nadie se dio cuenta, porque la mayoría eran campesinos y no le entendieron muy bien a esto de que los votos tiene que cuadrar con las personas que fueron a votar, triste mucho muy triste, eso es lo que pasa en México.

Pero el sistema del IFE es sólo un cachito de nuestra democracia, los partidos son un pedote, es ridículo, casi una burla tener 8 partidos en la boleta, que más que opciones son negocios muy rentables cómo ya se ha comprobado, ellos hacen cómo que proponen, nosotros cómo que votamos y con su 3% ya nos ensartaron más impuestos para poder mantenerlos, 3 partidos es más que suficiente izquierda, derecha y centro, punto.

Las campañas si están para llorar, hay muchas cosas que podríamos aprender sobre la manera en que son llevadas las campañas en los iunaites, es de envidiarse la ausencia de restricciones que hubo en la manera en que cada candidato decidió hacer llegar su mensaje, McCain optó por la guerra sucia y está pagó el costo político, perdió, esa es la verdadera sanción, cada quien juega como quiere y afronta las consecuencias. Mientras, en México se imponen sanciones monetarias al por mayor por ‘x’ o por ‘y’, como el impuesto al PAN, PRI y PVEM (dos años después) a causa de los espots lanzados por el Consejo Coordinador Empresarial en el que se hacía una invitación a “continuar con el modelo que nos ha funcionado durante diez años”. Sanción que finalmente terminamos pagando nosotros, pues la ley electoral establece que los partidos deben financiarse mayoritariamente de recursos públicos, en los ues sí reciben recursos público, pero cada quien se rasca como puede, aquí eso no está permitido, que disque porque el narco podría meter mano ¿cooomo va ser?

Mientras en Estados Unidos The New York Times y el Chicago Tribune pudieron declararse públicamente a favor de Obama, en México los partidos hacen berrinche y señalan de falta de objetividad a cualquier medio que ose sacar más notas de un partido que de otro. Mientras Schwarzenegger, gobernador de California, puede hacer bromas sobre lo flaco que está Obama, en México se condena al gobernante que hace declaraciones que ‘pudieran poner el peligro la elección’. Mientras en México hay un límite de tiempo para hacer la campaña, nuestros vecinos del Norte estaban en lo más fuerte de la campaña a escasas 48 horas de las elecciones.

Los votantes mexicanos deberíamos tener el privilegio de escuchar todas las opiniones, para decidir se necesita saber, no es posible que seamos un pueblo tan falto de criterio que tenga que existir un ente superior que dictamine lo que sí y lo que no estamos capacitados para asimilar. Oficialmente se dice que en ningún caso se está intentando violar la libertad de expresión (sí como no). De seguro el IFE si funcionaría en otros paises, pinche México de cagada.

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